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Mucho se habla de vivir en automático, pero ¿qué es realmente?
Es levantarte todos los días con una alarma porque DEBES hacerlo a esa hora. Es correr porque llegás tarde al trabajo, comer lo que encuentres y lo que tengas ganas en el día porque no hay tiempo para planificar comidas. Es trabajar, estudiar, vivir porque así es la vida. Es, quizás, hacer terapia y dedicarte solo esa hora de la semana a hablar sobre vos. Es salir a caminar para despejarte, pero lo hacés escuchando un podcast porque evitas los silencios y enfocarte en tus pensamientos. Es, tal vez, meditar de vez en cuando porque sabés que es beneficioso, pero no porque ese sea TU espacio seguro. Es ir al gimnasio y chequear el celular en cada pausa. Es dedicarle las dos últimas horas de tu día a scrollear en redes sociales.

Es tener RUIDO MENTAL. Una desorganización de pensamientos, creencias, emociones, obligaciones y actividades que no te llenan. ¿Y cómo te das cuenta del ruido mental que cargás? ESCRIBIENDO.

Me encantaría decirte que escribir en el celular o la compu es igual que en papel, pero no. ¿Sabés cuántos años me recomendó mi psicóloga que escribiera en papel? Y mis respuestas siempre eran: me duele la mano, me parece súper incómodo andar con un cuaderno, es mucho trabajo, no tengo nada para escribir o, al revés, tengo tanto para escribir que mejor no.

Hasta que un día no pude más. Y sin pensarlo, sin que nadie me lo dijera, lo escribí en un cuaderno. Pude poner en palabras concretas lo que estaba viviendo, las emociones que tenía, los miedos que tenía. Descubrí, por ejemplo, que mis problemas para dormir eran más que un simple desajuste de horarios. Que la comida que me caía mal no era por gluten escondido que estaba consumiendo. Que los dolores de garganta que tenía no eran una angina.

Un espacio solo para vos

El journaling es poner en un papel todo lo que pasa en tu vida. Es un espacio donde solo estás con vos misma, al desnudo.

Al principio, quizás solo escribís:
"Hoy dormí mal, soñé muchas cosas y me levanté varias veces al baño."
"Hoy me duele la garganta, no tengo ganas de trabajar ni de ver a nadie."
"Hoy tengo mucha hambre, ya me terminé dos paquetes de galletitas y no puedo parar."
"Hoy fui al gym y la pasé bárbaro, qué hermoso sufrimiento."

La primera parte, que es registrar lo que te pasa, ya está. Te felicito. Ahora vamos a agregarle una preguntita: ¿Por qué?

"Dormí mal y soñé muchas cosas porque este tema con el trabajo me tiene preocupada. Estoy cansada y siento que no valoran mi esfuerzo. Ayer tomé mucho café todo el día para poder terminar el trabajo que debía entregar, siempre dejando todo para último momento."
"Discutí con mi mamá y quiero decirle tantas cosas, pero no me sale. Solo tengo ganas de ver Netflix y no ver a nadie porque estoy cansada de todos, hasta de mí misma. Odio dejar todo para último momento. Siempre lo mismo."
"No tenía ganas de hacerme el desayuno, así que comí galletitas. Al mediodía no tenía tiempo de cocinar y volví a comer galletas, pero con palta. A la noche me pedí comida."
"Ah, pero fui al gym y me di cuenta de que disfruto esa hora. Hoy no agarré el celular y se me pasó el tiempo volando, me quería quedar más. Volví súper feliz a casa."

Después de unos días escribiendo más y más, empiezan a salir registros más profundos de emociones:

"Me di cuenta de que lo que no me deja dormir a la noche es una ansiedad que cargo hace años. No hago lo que me gusta en mi trabajo. Lo que los demás valoran de mí, creo que no es tan así… creo que soy yo la que no lo hace. Repito estas situaciones de dejar todo para último momento y mi estrés siempre está en las nubes. Me cuesta hablar con mi mamá y la angustia que tengo en el pecho y en la garganta es muy grande."

Y ahora la preguntita: ¿Qué puedo hacer para cambiarlo? Y así podés continuar páginas y páginas, durante muchos días, meses, hasta que empezás a hacer consciente de tu vida, y lo que estás dispuesta a cambiar para estar mejor. 

Journaling: apagar el ruido mental y conectar con vos

El journaling te empuja a apagar el ruido mental y a empezar un camino de autodescubrimiento y autoconocimiento. Y no, no es lo mismo. Vas a descubrir todo lo que sos capaz de sentir y pensar, y vas a conocer el por qué y para qué de eso en tu vida.

Como dije antes, con empezar solo escribiendo tu día está bien. Ya vas a querer ir por más y más. Siempre hay preguntas que te pueden guiar a explorar, como por ejemplo:

• ¿Cómo me siento hoy y por qué?
• ¿De qué estoy agradecida en este momento?
• ¿Qué pensamientos están ocupando mi mente y cómo me afectan? Me duele algo?
• ¿Qué puedo hacer hoy para sentirme mejor?

No necesitás más que un cuaderno y una lapicera. Escribí lo que sea. Una frase, una palabra, un pensamiento suelto. No tenés idea de lo liberador que puede ser hasta que lo probás.

Si hoy, después de leer esto, te dieron ganas de escribir aunque sea una oración, no sabés lo feliz que me hace. ❤️