Si todavía no viste la serie Vinagre de Manzana, deberías.
Lo increíble de esta historia es que fue un caso real, y es algo que vemos a diario en redes sociales.
¿Cuántas cuentas seguís que promueven un tipo de alimentación, una cura mágica, una solución a todos los problemas de la vida?
¿Cuántas veces hiciste una dieta a lo largo de tu vida? Estoy segura de que al menos tres intentaste.
Lamentablemente, usamos mal la palabra dieta, su significado real es conjunto de sustancias que regularmente se ingieren como alimento (o sea la alimentación diaria) pero la asociamos directamente con restricción (y así lo haré en este texto para que se me entienda) Y no hablo solo de restricción calórica, pueden ser de macronutrientes (como la dieta keto) o de horarios (como el ayuno intermitente o fasting).
Ahora, seguro alguna de estas te funcionó. Viste resultados: menos hinchazón, más energía, menos dolores de cabeza, mejor descanso, bajaste los kilos que querías o aumentaste los que buscabas.
Pero decime, ¿lo seguiste haciendo durante años?
¿Cuál fue lo más lejos que llegaste con alguna dieta?
Este es un tema que me apasiona, y por el que estoy dispuesta a dejar muchas horas de mi vida para generar un cambio y abrir los ojos de los demás. Lo difícil es desacreditar a profesionales (médicos o nutricionistas) que las promueven, porque ellos estudiaron, pero también estudiaron cómo generar ese enganche en el público para vender.
Tengo colegas que no recomiendan lo mismo que yo, y eso está bien, porque cada uno se forma con diferentes cursos y experiencias. Podemos estar más o menos de acuerdo, pero un buen profesional no te va a decir que solo existe un método y no se va a dirigir hacia vos como un sargento imponiendo reglas rígidas a seguir.
Volviendo a la serie: se promueve una alimentación súper natural, orgánica y en forma de jugos.
Y los resultados son buenísimos, ¿no? ¡No me digas!
Ahora vayamos a la realidad.
¿Es posible sostener ese tipo de alimentación cuando no hay acceso a productos orgánicos en todos lados?
¿Es viable cuando, por ejemplo, en América Latina la situación económica apenas permite llegar a fin de mes?
¿O en el caso de los migrantes que estamos en un país diferente, con trabajos no tan bien remunerados?
¿Es sostenible vivir a base de jugos y suspender reuniones con amigos o familiares porque “no encajan” en nuestra alimentación?
A esto quiero llegar: cuando una dieta o un estilo de vida te excluye de tu entorno, no se adapta a tus condiciones de vida, a tu presupuesto o a tu salud, es un fracaso asegurado.
Ahora bien, ¿el ayuno intermitente tiene beneficios? Sí, claro.
Pero no por eso voy a pasar hambre, andar sin energía o nunca más juntarme a cenar con amigos.
¿Rodearte de personas que estén en tu misma vibración es positivo? Sí, obvio.
Pero no por eso voy a excluir a todos los que no piensen como yo y cortar relaciones afectivas.
¿Tomar jugos todos los días tiene beneficios? Por supuesto.
Pero tampoco voy a basar toda mi alimentación en líquidos, prohibiéndome lo que me gusta y evitando salir de mi casa.
Lo que intento que busques es EQUILIBRIO.
Comer lo más natural posible siempre que se pueda, reducir los productos ultraprocesados en el día a día, pero sin vivir con miedo a la comida.
Que si un día te juntás con amigos, disfrutes de la compañía sin obsesionarte con qué hay en el plato.
Aprender a identificar el hambre real, darte tiempo y espacios tranquilos para comer.
Eso es lo que realmente se puede mantener en el tiempo, porque no se trata de buscar el 100% de perfección, sino de avanzar y ver resultados positivos a largo plazo.
Es un estilo de vida que han seguido los pueblos más longevos del mundo. Pero claro, como no tenían redes sociales, parece más importante hacer el famoso “jugo de zanahoria por una semana”.
Ahora, yo también estoy iniciando este camino de compartir mi conocimiento e influir en los demás.
Pero mi intención no es que la gente me siga ciegamente ni adopte hábitos sin cuestionarlos.
Jamás te diría que la única forma de mejorar tu vida es hacer journaling todos los días.
Jamás te diría que la única manera de ganar músculo es comiendo cuatro huevos por día.
No impongo ni uso el miedo o la culpa para convencer.
Y es por eso que no quiero venderte un estilo de vida perfecto e imposible de sostener. Yo misma no sigo todo lo que un nutricionista debería seguir. También me cuestan los hábitos, también tengo días en los que no quiero cocinar ni entrenar. Y justamente por eso promuevo el equilibrio: porque sé que la rigidez nunca funciona a largo plazo.
Para mí, la clave es enseñar a pensar, no imponer.
Si alguien me escucha y decide investigar más para ver si realmente encaja con su vida, entonces siento que hice bien mi trabajo.
Si en algún momento alguien me dice que estoy "chamuyando", la pregunta que me haré es:
¿Estoy brindando herramientas reales o simplemente vendiendo una idea cerrada?
Si la respuesta es la primera, entonces seguiré adelante con confianza.
Lo que más deseo es ayudarte a encontrar un equilibrio en tu vida y darte las herramientas adecuadas para que VOS MISMO decidas y encuentres armonía en todos los aspectos de tu bienestar.
Gracias por llegar hasta acá.
Con amor ♥
Jan
Add comment
Comments