¿Por qué cuesta tanto mantener una alimentación saludable los fines de semana?
Las razones pueden ser muchas: más encuentros con amigos y familia, eventos, ganas de descansar, pedir delivery o simplemente romper la rutina.
Mi sueño es que la mayoría de las personas dejemos de asociar ciertas comidas o actividades a días específicos de la semana. Esto para mí también era impensado hasta que tuve un trabajo que me obligaba a trabajar intensamente los fines de semana, y mis días libres podían ser un lunes, martes o jueves. En ese momento, aunque odié muchísimo ese cambio obligado, hoy puedo agradecerlo.
Gracias a esa experiencia, rompí paradigmas que tenía muy instalados: ir al gimnasio los sábados y domingos era algo que jamás hubiese considerado, no comer mi pizza gluten-free los sábados parecía imposible, o acostarme un viernes sin alarma era impensable. Pero si seguía con esas creencias, nunca iba a tener tiempo para el gym, ya mi pizza favorita no la comería, y jamás volvería a disfrutar del placer de dormir sin alarma al menos un día a la semana.
Bueno, sigo siendo estructurada en muchas cosas, pero ya no me considero un Sheldon Cooper.
Ese mismo trabajo también afectó mis horarios de comida, obligándome a adaptar mi alimentación. A veces, por comodidad, lo que normalmente desayunaba terminaba siendo mi cena. Hace poco escuché sugerir nombrar las comidas por número, sin asociarlas a horarios fijos, y fue entonces cuando noté que era exactamente lo que yo ya venía haciendo, aunque no me había dado cuenta.
Creo profundamente que es importante romper creencias rígidas (no solo en el ámbito alimentario, aunque ese es tema para otro momento).
Organización consciente
La organización es clave en todos los momentos de nuestra vida y en todos los ámbitos. Organizarse porque queremos una vida mejor, porque deseamos estar saludables, porque sabemos que nos hace bien, es muy distinto a hacerlo simplemente porque el médico lo recomienda, la nutri lo indica o porque lo vemos en las redes sociales.
Seguramente si organizas las comidas de la semana con anticipación lo hagas pensando: “dejo las comidas organizadas de lunes a viernes, total el finde tengo más tiempo”, pero llega el finde y por una cosa u otra, no tuviste el tiempo o las ganas, y terminas comprando o comiendo cualquier cosa. El gran cambio sería decir: “organizo para siete días, no solo para cinco”. ¿Por qué dejar de lado al sábado y domingo? Capaz que sí te da el tiempo y no sea tu caso, pero muchas veces puede pasar que por no querer organizarlo, terminas comiendo cualquier cosa. Que no está mal... de vez en cuando.
Lo más poderoso es cambiar el “tengo que” por el “quiero”. Al cambiar esa pequeña palabra, cambia absolutamente toda tu perspectiva.
Por ejemplo, no es lo mismo decir:
“Tengo que ir al gimnasio tres veces por semana (lunes, martes y miércoles)”,
que decir:
“Quiero ir al gimnasio tres veces por semana; elegiré los días según me sea más cómodo y cumpliré con ello porque hacer actividad física me hace sentir bien.”
O decir:
“Tengo que comer más verduras este fin de semana”, que ya suena como una carga mental,
comparado con:
“Quiero comer más verduras este fin de semana porque así mejoro mi digestión y me siento más liviana y saludable.”
Encontrar lo positivo en cada cosa que hacemos voluntariamente porque nos beneficia transforma completamente nuestra motivación.
Esto es justamente lo que anteriormente mencioné sobre la autoexigencia y la autodisciplina. Está buenísimo tener hábitos, rutinas y disciplina, pero porque nos hace bien y lo elegimos; aceptar los matices, el “gris”, y no que todo sea blanco o negro.
Incluso cambia la manera en que lo comunicamos a otros y cómo se recibe ese mensaje. Observa la diferencia:
“Che, me re va que comamos una picadita, pero ¿metemos unas verduritas en bastoncitos? Porque ando comiendo verduras a diario y me hace súper bien.”
En lugar de:
“Che, ¿metemos unas verduras porque la nutri me dijo que tengo que incluirlas en todas las comidas?”
En este último caso, la responsabilidad parece caer sobre otra persona (pobre nutri), quitándonos el poder personal de decisión, y lamentablemente, da lugar a que otro haga un comentario que no nos agrade.
La próxima vez que pienses en “empezar la dieta el lunes”, recuerda que cualquier día es el momento perfecto para elegir lo que te hace sentir mejor, sin culpas ni rigidez, simplemente porque quieres vivir tu mejor versión.
La alimentación nos mantiene con vida, une a las personas, es parte de una cultura; no la veamos como algo que hacemos solo ciertos días y de ciertas formas.
Abrazo grande ♥
Jan
Add comment
Comments