Autoexigencia vs. Autodisciplina

Published on 10 March 2025 at 10:22

Parecen sinónimos, ¿no? Pero uno te puede salvar y el otro, hundir. Te voy a ayudar a identificarlos para que analices desde dónde estás viviendo tu vida.

¿Qué es la autodisciplina?

La autodisciplina son todas esas actividades que repetimos constantemente y que nos llevan a un resultado (esperemos que positivo): hacer ejercicio, estudiar, comer saludable, leer, hacer la cama, etc. Todo en esta vida necesita repetición, es decir, hábitos, para generar cambios.

Pero la clave está en cómo llevamos a cabo esos hábitos. Cuando los hacemos desde un proceso armónico, los resultados son sostenibles y hasta disfrutables.

¿Y qué pasa con la autoexigencia?

La autoexigencia es obligarnos a hacer esas mismas tareas al 100%, sin margen de error, sin flexibilidad, sin escucharnos.

Muchas veces esas tareas no nos gustan—como hacer ejercicio cuando estamos agotados o estudiar horas algo que nos aburre—pero sabemos que las tenemos que hacer. La diferencia está en el enfoque.

Desde la autodisciplina: "Voy a organizarme para hacer ejercicio tres veces por semana porque me hace bien."
Desde la autoexigencia: "Tengo que ir sí o sí al gimnasio cinco veces, y si un día no voy, ya está, soy un desastre."

El problema de la autoexigencia es que, cuando fallamos, no solo nos frustramos, sino que nos castigamos mentalmente:
"Soy una inútil, no soy capaz, siempre hago lo mismo, todo a último momento, otra vez no fui al gym, mejor no voy más, no puedo comer saludable, ya está, no como más nada."

Y acá viene el problema: cuesta separar autodisciplina de autoexigencia, porque ambas implican constancia y esfuerzo. Para tener disciplina con el gimnasio, por ejemplo, a veces hay que ir sin ganas, pero lo ideal no es forzarte a ir cinco veces por semana si no es realista para vos. Tal vez tres veces es suficiente.

Hay personas que entrenan seis días a la semana, y está bien, pero su vida encaja con esa rutina. No significa que vos tengas que hacer lo mismo.

Un ejemplo que se repite mucho es querer hacer dieta o empezar a comer saludable. Vamos una semana, todo genial, evitamos errores y posibles escenarios para no fallar (cumpleaños, reuniones, antojos), y llega el día en que hicimos algo mal, y comienza la frustración. Aparecen los comentarios negativos y el abandono de todo lo que veníamos haciendo. Porque, si no es perfecto, no se hace.

Autodisciplina = proceso | Autoexigencia = perfección inalcanzable

La autoexigencia te hace creer que si no lo hacés perfecto, no vale la pena hacerlo. En cambio, la autodisciplina te ayuda a encontrar un equilibrio, a hacer las cosas de forma sostenible y alineada con tu bienestar.

La autodisciplina se logra desde el amor propio, desde descubrir qué te hace bien y querer lograrlo por vos, no por un deber social ni por demostrarle nada a nadie. Acaso te cepillas los dientes solo para no molestar a los demás con mal aliento, o porque sabes que es beneficioso para tu salud?

Te propongo un ejercicio

Hacé una lista de cosas que hoy estás haciendo desde la autoexigencia y otra con las que hacés desde la autodisciplina.

Observarte te va a ayudar a hacer pequeños ajustes y llevarte a un mayor disfrute diario. Porque al final, no se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo posible.

 

Un abrazo fuerte ♥

Jan

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